Presentamos en este cuaderno fragmentos de algunas de las cartas que el autor solía utilizar cuando proponía los Ejercicios Espirituales, a modo de pistas para la oración personal. Las cartas de PPH realmente tienen «sabor de Altiplano boliviano», porque este era «su lugar en el mundo», donde vivir, compartir, rezar, pensar, trabajar, servir... PPH invita a desear a Dios mismo, Amor que desciende hasta lo más bajo e ínfimo.